miércoles, 8 de julio de 2015

QUESILLO. Detrás de este minucioso procedimiento existe un equipo conformado por seis personas que por la naturaleza de este trabajo, en su totalidad son varones. Todo comienza cuando la leche es derramada en una gigantesca pila donde permanece en reposo durante un lapso de dos horas hasta que la misma adquiere un estado sólido gracias al efecto de las pastillas de cuajar. Seguidamente, la mezcla es vertida sobre un enorme perol para proceder a la cocción de la masa a fuego lento, mientras el artesano entra en una maniobra de estirar y encoger la pasta para lograr una textura perfecta. Terminando este paso, la masa se extiende sobre un mesón de madera donde se voltea una y otra vez antes de colocarlo en depósitos de 4 libras y en pedidos especiales se distribuye en pequeñas palanganas de una libra, que tienen un valor de 42 lempiras.Luego de asignarlo en compartimientos individuales, el producto se deja enfriar durante un período de 15 a 20 minutos y posteriormente se comienza a comercializar en el área de restaurante de este reconocido establecimiento. En la zona y desde hace más de 50 años, el quesillo, requesón y cuajada que se produce en Poloncho han cobrado gran notoriedad en el mercado local e internacional, ya que durante el año no solo se exportan a las comunidades aledañas, sino que a varios comercios de Tegucigalpa. Rodeados de un ambiente agradable y en familia, en este pintoresco lugar se pueden disfrutar deliciosos platillos típicos de nuestro país que abarcan la degustación de este sabroso producto.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario